miércoles, 27 de noviembre de 2013

11:11

Mientras miraba por la ventana con su cuerpo horizontal, pasó el minuto en que conjuró su nombre y esperó hasta que la piel le picó para generar la oscilación del lóbulo que le permitiera olvidar la sensación de las pestañas contra su piel. Quizá si el cielo se condensara hiciera juego con él y la noche no se acabara tan rápido. 


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