domingo, 3 de febrero de 2013

C I R C U L A R

Cuando el café no está caliente en las mañanas me faltan los lugares en las manos que antes de ti tenía llenos y me recuerda la tetera de porcelana que nunca usamos porque el café siempre  pasaba de la jarra al vaso y que siempre era caliente como los días de verano que venían con sudor pegado al deseo de acercarnos a la nevera con stickers de películas para refrescarnos porque el cansancio no era físico si no espiritual y si lo pienso mucho se congelaría más el café que dejo enfriar para pensarte con la excusa de la falta de gas o de las ganas de tomar café caliente porque no hay jarra  ni con quien disfrutarlo y  entonces te divides y te tengo en mi cabeza y en el café que ya se congeló por vivir pensándote.

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